He pasado muy cerca del borde del mundo, donde el mar se precipita hacia su propia lluvia. Las alas del ángel que me señaló el camino eran membranosas alas de murciélago.
Frases, escritos que conviven jugando al póker, o al menos sobreviven cuando nadie coloca el revólver sobre la mesa.
domingo, 30 de noviembre de 2014
He venido corriendo desde la humareda más lejana de la tierra, y tuve que saltar el foso de los inviernos: un grillo azul bajó la cabeza y vio, sin mucha fe, los pies y las nubes de mis piernas.
He pasado muy cerca del borde del mundo, donde el mar se precipita hacia su propia lluvia. Las alas del ángel que me señaló el camino eran membranosas alas de murciélago.
He pasado muy cerca del borde del mundo, donde el mar se precipita hacia su propia lluvia. Las alas del ángel que me señaló el camino eran membranosas alas de murciélago.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hoy llueve todo el cielo. Un gran espacio, una hecatombe de gotas y ráfagas de calderos de agua y color gris se ha hecho propietaria del mu...
-
¿Tantísimo tiempo ha de pasar el mar dándole golpes a sus olas y tanto ha de suplicar sobre las rocas para convencerse de que el enigma no ...
-
Las obras hidráulicas llevan dentro la congoja de tener que contener el fondo de unos lagos poblados de peces que miran con ojos de mercur...
-
Era posible que Dios no existiera, tan posible como la tramposa realidad de las hadas sí, pero qué poco le importaba la realidad de un Dio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario