Tu cuerpo frente a mis dedos, membrana ligera y clara.
Adivino formas, ataques, besos, guerras saladas de lenguas piel y pelo donde termina siempre brotándote el cielo por la boca. Qué jaleo de faldas y de bragas, yo buscándote para exprimir y tocar tus entresijos de seda y estropajo. Con estrépito un remolino me aparta. Disparas mi semen al aire para constituir galaxias de galactosa.
Por la noche aún estamos vivos.
Capaces de regresar a mil batallas de cansancio.
Frases, escritos que conviven jugando al póker, o al menos sobreviven cuando nadie coloca el revólver sobre la mesa.
jueves, 27 de noviembre de 2014
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