jueves, 27 de noviembre de 2014

Tu cuerpo frente a mis dedos, membrana ligera y clara.

Adivino formas, ataques, besos, guerras saladas de lenguas piel y pelo donde termina siempre brotándote el cielo por la boca. Qué jaleo de faldas y de bragas, yo buscándote para exprimir y tocar tus entresijos de seda y estropajo. Con estrépito un remolino me aparta. Disparas mi semen al aire para constituir galaxias de galactosa.

Por la noche aún estamos vivos. 

Capaces de regresar a mil batallas de cansancio.

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