sábado, 16 de abril de 2016

Cuando se instala la tristeza en una de las esquinas que tiene reservada en el fondo de los pulmones, todos los caminos recorridos se transforman en un púrpura-fin-del-mundo que cuesta (cuesta) retornarles el color que vimos cuando eran recorridos (el color que tuvieron cuando fueron recorridos (vamos a ver) es el color real, si por realidad entendemos lo definen los diccionarios o los peces de los lagos con sus ojos llenos de la sabiduría que enseñan las sombras).

Las obras hidráulicas conocen muy bien esa humedad que tiñe el mundo cuando se instala la tristeza. Los ingenieros lloran cuando las diseñan, sus esposas lloran cuando ven llorar a sus ingenieros. Los amantes de las esposas de los ingenieros las consuelan con dulces caricias que van desde los pies hasta la curva sagrada del cuello donde son besadas hasta que se les pasa la pena.

Por lo menos, los amantes de las esposas de los ingenieros de las obras hidráulicas alcanzan grandes beneficios ardorosos de la tristeza de los ingenieros. 

Para algo tendría que servir la tristeza, vamos a ver.




Hoy llueve todo el cielo. Un gran espacio, una hecatombe de gotas y ráfagas de calderos de agua y color gris se ha hecho propietaria del mu...