Los aparatos de aire acondicionado que tenemos instalados en nuestros centros de salud suelen, algunas mañanas, provocar evaporaciones en lo que en términos generales se viene a conocer como piernas.
Puede resultar perturbador a la hora de levantarse de la silla de la sala de espera: las caídas son de una espectacularidad tan grandiosa que el Servicio de Salud ha instalado unas gradas desde las que el público puede mirar, fotografiar y grabar vídeos de los trompicones que luego presentan orgullosos en los concursos de televisión.
No hay nada que más me indigne en este mundo.
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