viernes, 13 de marzo de 2015

Cuando se nos desdobla la imagen (amor mío después de tantos años) al moverse la tierra por motivos que sólo la sismología conoce, yo sigo siendo el mismo que mira y que te mira como te ha mirado siempre. Pero ahora me desconciertas hasta el llanto, porque después del temblor tu cara ha mirado a llanuras y estepas que desconocía hasta ahora.

Nunca has dejado de sorprenderme, y por ese amor eterno y esa facultad tuya de ser nueva en cada terremoto, seré yo quien baje después a la farmacia, en medio del temporal de nieve.



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